Mayores

Sòrt té, qui no està sort

Me deprime ver como, demasiados de la quinta de mis hijos, incluso menores que ya no fueron a la mili, buscan cómodo refugio en sus intangibles depresiones, para evitar el riesgo que pende sobre todo ser vivo: bregar contra enfermedad y muerte, aun sabiendo que d’esta no escapa ningú viu… Impedidos de alcanzar el feliz existir diario, logrado frente a la adversidad que ahora azota fuerte. Sí, pero que los hoy mayores vamos ganando con peores armas. Y no cejaremos en nuestro vital intento. Nunca como ahora tantos jubilados resistimos y seguimos siendo soporte familiar, pero…  ¿tendremos que continuar nuestro rol, como si los hijos aun fueran débiles o enfermizos? Peor aún ¿tolerarles que nos inutilicen como obsoletos, quizá si ya no pueden exprimirnos más?

Si los sesenta y cinco nos liberan del trabajo, nos deben abrir a muchas actividades nuevas o desatendidas, a falta de tiempo, abandonadas. Esta oportunidad, cuando queda mucha vitalidad por delante, debemos rentabilizarla, socializándonos mejor, afinando y compartiendo habilidades, ensanchando nuestra cultura, con más posibilidades de viajar y experimentar. En este amplio caminar, nuestra sección de MAYORES que no se rinden, necesita vuestro empuje con nuevas perspectivas, pero dando sólida acogida a las nuevas incorporaciones, mientras dignamente aumentamos en años y perdemos amigos. Tenim molt que traure, pero vingau també a posar.  Seguimos siendo el Colegio del futuro, por haberlo proyectado desde hace cien años, viviendo bien siempre en presente.

“Sonrisas y lágrimas” ahora. Sería paradigma de las anulaciones que el tiempo y las circunstancias, han impuesto a las salidas, junto a las risas de ver, sin sarcasmo, que no dominamos la telemática, tomando a broma las maldades que con el móvil en la mano perpetramos. Por eso ya llevamos tres sesiones didácticas, con muy buenos resultados y seguiremos en la brecha. Oportunamente tendréis llamadas: mientras no lleguemos a dominar la técnica que nos permita formarnos “on line” y los altruistas profes nos acompañen. Lo malo de saber que vamos quedándonos sordos es que también perdemos vista y psicomotricidad, pero no entusiasmo. Los tres intentos de viajar a Benassal y Cabanes, al final aplazan la excursión para el 24 de mayo, demuestran que no tiramos la toalla. La cuarta puede ser la vencida. Mejor que el Kilo sea entero. Si ahora no me decís lo contrario, espero que llenemos el autobús u olvidarnos de este tema.  Yo por mi sigo ¿Y tú?